Tras nueve años de vida, el Laborghini Murciélago llega a su fin: con casi 5.000 unidades vendidas, el buque insignia de la marca nos dice adiós. Meses después de la llegada del último vástago del icono de la marca, Lamborghini celebra su despedida y anuncia la llegada de su sucesor.
Tras casi una década cumpliendo sueños, el ‘toro’ más representativo de la marca deja de producirse. En realidad, fue el pasado mayo, cuando llegó la variante más extrema hasta la fecha del superdeportivo italiano -el LP 670-4 SuperVeloce-, el momento que ponía punto y final al Murciélago. Pero, como si quisieran resistirse al adiós, la marca transalpina no ha celebrado hasta noviembre la despedida de su buque insignia.
El sucesor del Diablo termina sus nueve años de reinado, que comenzó en 2001, y nos deja con la expectativa de ver a su heredero, al que ya se bautiza como Jota y del que han circulado imágenes espía desde hace meses. El ‘funeral’ del Lamborghini Murciélago se celebró en Bolonia y sus compañeros de ceremonia y desfile fueron otros ya míticos V12 como el 350 GT, el Miura o el propio Diablo. Ahora el Murciélago pasa a formar parte de este ilustre panteón. La nostalgia ya nos invade al recordar esa primera generación con un corazón de 580 CV y 6,2 litros que llegó hasta los 670 CV de SuperVeloce nueve años después.
El Murciélago se une al panteón de los ilustres V12 de Lamborghini.
‘Durante casi una década, el Murciélago ha sido el icono de Lamborghini’, expuso la cabeza visible de Lamborghini Stephan Winkelman, ‘extremo y cien por cien italiano, encarna sin adulterar los valores de la marca. Pero la historia de Lamborghini debe continuar y en 2011 daremos paso al sucesor del Murciélago’. ¡Ciao bello!
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